Alchemy and the world of symbols are encapsulated in Luis Luna's work. It is composed of a thousand layers and a thousand other stories.
THE DIVERSITY OF THE WORLD
There is a humanist path in the work of Luis Luna, and it begins with his interest in alchemy. One of his current stimuli and references is a bronze warp produced by the weaver Mónica de Rhodes. With this starting point, and without a frame, the image has its own air and lightness. However, his work is also composed of a thousand layers and a thousand other stories. It gradually assembles a mysterious force that establishes an inside and an outside based on Wittgenstein's logic and philosophy: the philosophy of mind and logic, of mind and language, in which one cannot exist without the other.
Moreover, alchemy and the world of symbols are encapsulated in his work. Images and visual consensuses that come from a story with an interpretation; a relationship of individuality and belonging that has meaning in the abstract world and the image. It is there that the image and the word come together, it is there that the stamp acquires a unique meaning: an emblem that reconciles the different episodes of a story. From Arab life to the royal condition of the Habsburgs, his inspiration is bottled in the air of his multiple and
infinite journeys: some about the history of geography, where Luis Luna travels through territories such as the "Silk Road," others, mental, where the world is more hermetic while journeying through "The Whims of Goya." Different worlds and eras that come together in a poetic image. Winds of atmospheres, winds of climates. Worlds of color and light seek opacity. In the words of Adorno, the affliction for an unattainable truth. The use of black is always forceful. It is the image of another place, of symbols, of non-color.
His world also has freedom: he constructs and deconstructs. He goes back and forth between painting and poetry. He leaves us the merit of the mysterious magic of other times, of the story of "The Thousand and One Nights" with the reality of Carare de Opón and the chronicles of Santander and the Magdalena Medio region. The obtuse presence of Colombian daily life.
Ana María Escallón
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LA VARIEDAD DEL MUNDO
El trabajo de Luis Luna tiene un recorrido humanista. En la primera instancia, se encuentra su interés por la alquimia. Hoy uno de sus estímulos y referencias viene en una urdimbre de bronce producida por la tejedora Mónica de Rhodes. Con este comienzo, y sin bastidor, la imagen tiene aire propio, también liviandad. Pero su trabajo son mil capas y otras mil historias. Se va construyendo una fuerza misteriosa que conforma un adentro y un afuera basados en la lógica y la filosofía de Wittgenstein: la filosofía de la mente y de la lógica, de la mente y el lenguaje donde la una no puede concebirse sin la otra.
Por otro lado, en su obra se encuentra encapsulada la alquimia y el mundo de los símbolos. Imágenes y consensos visuales que provienen de una historia con una interpretación; una relación de la individualidad y pertenencia que tiene significado en el mundo abstracto y la imagen. Ahí donde se suman la imagen y la palabra, ahí mismo el sello tiene un significado único: el emblema que compagina los muchos tiempos de una historia. Desde la vida árabe hasta la condición real de los Habsburgo, su inspiración viene embotellada en los aires de sus múltiples e infinitos viajes: unos sobre historia de la geografía, en donde Luis Luna recorre territorios como “Ruta de la seda”, otros, mentales, donde el mundo es más hermético mientras recorre caminos en “Los Caprichos de Goya”. Mundos y tiempos distintos que se unen en una imagen poética. Vientos de atmósferas, vientos de climas. Mundos de manchas de color y luz buscan opacidad. En palabras de Adorno, la afliccion por una verdad inalcanzable . La utilización del negro es siempre contundente. Es la imagen de otro lugar de los símbolos, del no color.
Su mundo tiene también libertad: construye y deconstruye . Va y viene de la pintura a la poesía. Nos deja el mérito de la magia misteriosa de otros tiempos, de la historia de “Las mil y una noches” con la realidad en Carare de Opón y las crónicas de Santander y el Magdalena medio. La presencia obtusa de la cotidianidad colombiana.
Ana María Escallón