Overview
Pablo Arrázola's work explores the interplay between childhood innocence and existential contemplation, using poetic drawing techniques to evoke boundless possibilities within the vastness of white space.

What are the expressive possibilities of a line, texture, or gesture in space? These and other questions guide the work of Pablo Arrázola (Colombia, 1991), who transforms drawing into a poetic medium, bringing hyperrealist images of children to life as they inhabit the vast white paper. Under the artist's hand, this paper ceases to be merely a support and instead acquires an abstract, sculptural quality with a minimalist tone. While Arrázola's detailed compositions evoke a longing for an idealized childhood, they also suggest an existential visual narrative that invites contemplation, drawing attention to the silence of the white and the echo of every fold and mark. With a playful approach, oscillating between precision, gesture, and void, Arrázola creates alternative worlds where one image embodies both the self, through memory and yearning, and the surrounding infinity revealed in textures and traces of time and space.

Over the years, Arrázola's affinity with dry media drawing, nurtured by his background in visual arts and medicine, has become increasingly experimental and philosophical. While his early portraits of children-crafted with great technical skill and aesthetic sensibility-were the focal point, recently, the paper, or negative space, has taken on greater prominence. Today, Arrázola incorporates more marks, cuts, folds, perforations, and three-dimensional textures. Even though the scale of the children has diminished, and our attention is often drawn to the fine details of their hair or clothing rather than their faces, these figures have gained control over their surroundings, subtly manipulating them while always leaving empty spaces and open possibilities. In this new direction, Arrázola materializes the existential concept of childhood as a state of innocence, curiosity, and boundless freedom, as proposed by Friedrich Nietzsche.

Arrázola's work is an open metaphor for life's passage and the unanswered questions that arise in contemplation. His rich visual metaphors reflect both the artist's alchemic approach to line and paper and his introspective exploration of childhood-a symbolic theme that evokes empathy, nostalgia, warmth, and, at times, hope. Pablo Arrázola's compositions reconnect us with the child still living within us, a presence we often forget or avoid. By embracing it with compassion, we can access the endless possibilities that Arrázola offers through each frame, gesture, and tender portrayal.

***


¿Cuáles son las posibilidades expresivas de una línea, una textura o un gesto en el espacio? Estas y otras preguntas guían el trabajo de Pablo Arrázola (Colombia, 1991), quien convierte el dibujo en un recurso poético para dar vida a imágenes hiperrealistas de niños que habitan la inmensidad del blanco del papel. Bajo la mano del artista, este mismo papel deja de fungir como soporte y adquiere un carácter escultórico abstracto con un matiz minimalista. Aunque las composiciones detalladas de Arrázola evocan la nostalgia de una infancia idealizada, también sugieren una narrativa visual con un trasfondo existencial que invita a la contemplación, al silencio del blanco, al eco de cada doblez y de cada punto. Con un enfoque lúdico, que oscila entre la precisión, el gesto y el vacío, Arrázola nos presenta mundos alternos que, en una imagen, contienen al Yo, a través del recuerdo o la añoranza, y al infinito que le rodea, manifestado en las texturas o huellas de un tiempo y espacio.

A lo largo de los años, la inclinación de Arrázola por el dibujo en técnicas secas, nutrida por su formación artística y su experiencia en medicina, ha tomado un giro más experimental y filosófico. Si bien al principio sus retratos de niños, realizados con gran destreza técnica y un acercamiento estético eran el foco principal, recientemente el papel, es decir, el espacio negativo, ha ganado más tamaño y protagonismo. Ahora, Arrázola incorpora más marcas, rasgados, cortes, perforaciones, dobleces y texturas tridimensionales. Aunque los niños en sus obras han reducido su escala y a veces desvían nuestra atención hacia las finas fibras de su cabello o los intrincados estampados de su ropa en lugar de sus rostros, parecen tener cada vez más control sobre su entorno interviniéndolo con sutiles movimientos y dejando siempre espacios vacíos o posibilidades abiertas. Con este nuevo giro, Arrázola parece materializar la noción existencial de la infancia como un estado de inocencia, curiosidad y plena libertad, tal como lo propuso Friedrich Nietzsche.

En conjunto, la obra de Arrázola es una metáfora abierta del paso del ser humano por la vida y de las preguntas sin respuesta que llenan nuestra mente cuando contemplamos. Estas ricas metáforas visuales revelan, por un lado, el enfoque alquímico del artista hacia la línea y el papel, y por otro, la exploración introspectiva de la infancia, un tema simbólico que despierta empatía, ternura, nostalgia y, en ocasiones, esperanza. Las composiciones de Pablo Arrázola también nos conectan con ese niño que aún llevamos dentro y al que frecuentemente olvidamos o bloqueamos. Quizá, al acceder a él con compasión, podamos hacer nuestras las posibilidades que el artista abre en cada marco, en cada gesto, en cada dulce rostro.

Constanza Ontiveros
PhD in Philosophy, UNAM, Mexico
MA in Art History, UNAM, Mexico

 

Works
Video
Biography

Pablo Arrazola studied visual and fine arts at the Universidad Nacional de Colombia in Bogotá. He has been the recipient of several awards and has participated in numerous solo and group exhibitions in Colombia and abroad. He is presently represented by Beatriz Esguerra Art. 

Press
Art Fairs
Exhibitions